¿Tu mascota ya no se quiere comer las croquetas que antes amaba?

Es posible que tengas una marca de alimento preferida para tu mascota, pero... ¿Te ha pasado que de unos meses para acá ya no la quiere comer? Olfatea su plato un rato, y luego te voltea a ver con cara de ¿Qué es esto? Te preguntas porqué la comida que antes volvía loca a tu mascota, ahora ya ni la quiere ver... No es precisamente culpa de la marca, a continuación te explicamos porqué.

En muchas casos, cuesta muchos trabajo como dueño ver que tu mascota ya no quiera comer algo que antes le encantaba. Sobre todo si el bulto de alimento es nuevo o incluso lo compraste en oferta y es de un tamaño muy grande. ¿Quién querría tirar toda esa comida sin usar? Especialmente si cuenta con una caducidad larga, además del costo que pudo haber sido bastante elevado para tu cartera.

Antes de culpar a la marca, es importante pensar en lo que pudo haber sucedido que hiciera que tu mascota no quiera el alimento. ¿Es posible que la comida se estropeara en casa después de comprarla? Antes de intentar responder a esta pregunta, hay que considerar lo siguiente:

Cada comida, ya sea húmeda o seca, para perros o gatos está en su mejor momento el día en que se hizo y se selló dentro de la bolsa. Es hasta que el paquete se abre y la comida entra en contacto con el oxígeno del aire que comienza a correr el reloj de la frescura. Es a partir de ese momento que la calidad de la comida comienza a decaer constantemente, en cantidades minúsculas, día con día.

El proceso de envejecimiento del alimento va degradando el sabor, el aroma y el valor nutricional de los alimentos. Hasta que finalmente, se vuelve menos atractivo, menos placentero, y menos nutritivo para tu mascota. Ningún alimento se echa a perder repentinamente en su fecha de caducidad, es un proceso gradual e imperceptible para el ser humano.

Ahora bien, este proceso de envejecimiento del alimento lo puedes ralentizar con una mejor estrategia de frescura y un almacenamiento adecuado. También es importante que, al comprar el alimento de tu mascota, compres el tamaño de bulto correcto. Pues si compras un bulto muy grande, tardará mucho tiempo en terminarlo haciendo que esté más expuesto al envejecimiento. La comida perderá su sabor y valor nutricional mucho antes de que la consuma. Perro pequeño, pequeña compra. Perro grande, gran compra.

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