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La rotación de la dieta ayuda a reducir el riesgo y puede ser una forma más segura de alimentar a tu perro. Esto es porque cualquier alimento para perros puede contener defectos y fallas ocultas. Demasiada cantidad de un nutriente, muy poca cantidad de otro, o el alimento puede contener toxinas ocultas o contaminantes industriales. Defectos que aún no han sido descubiertos por el fabricante ni por la FDA. Y ni siquiera lo sabrías...
El efecto de consumir cualquier alimento defectuoso tiende a magnificarse siempre que se alimenta con el mismo alimento continuamente. Día tras día. Durante toda la vida.
A diferencia de un plan de alimentación convencional en el que se sirve el mismo alimento en cada comida, la rotación de la dieta implica cambiar intencionalmente la comida de tu perro según un cronograma planificado.
Dado que no existe un alimento perfecto para perros, es razonable suponer que cada producto que compras es deficiente (o excesivo) de algún modo crucial. Al cambiar periódicamente los alimentos para perros, se pueden minimizar las consecuencias nocivas para la salud de servir los mismos productos imperfectos.
La rotación de dietas no es para todos los perros. Esto se debe a que algunos animales no pueden tolerar los cambios de dieta tan fácilmente como otros. Mientras que otros siguen dietas especiales “prescritas” que no se deben cambiar sin el consejo del veterinario.
Los beneficios de la rotación de la dieta se optimizan únicamente cuando se alterna entre diferentes productos de forma periódica. No existe un plan de alimentación rotativa que funcione mejor que los demás. Todo depende de tus preferencias de alimentación personales.
Algunos dueños de perros cambian de alimento mensualmente. Otros lo hacen con más frecuencia. La mayoría prefiere vaciar una bolsa de croquetas antes de comenzar con la siguiente.
Hay dos problemas potenciales con la rotación de la dieta:
Malestar digestivo
Mantener la frescura del producto
Dado que algunos perros tienen estómagos sensibles, la posibilidad de sufrir malestar gastrointestinal puede ser un problema para ciertas mascotas. Y como alternar entre dos o más croquetas puede hacer que cada bolsa tarde más en consumirse, puede resultar difícil mantener la frescura de cada producto.
Un consejo de alimentación simple que puede ayudar a reducir el riesgo de que tu perro se enferme cuando cambias a un nuevo alimento es cambiar al nuevo alimento gradualmente. Comienza mezclando un 20% del alimento “nuevo” con un 80% del alimento “viejo”. Luego, aumenta lentamente esa cantidad hasta alcanzar el 100% durante los siguientes 8 a 9 días.
Cronograma | Comida vieja | Nueva comida |
Días 1 y 2 | 80% | 20% |
Días 3 y 4 | 60% | 40% |
Días 5 y 6 | 40% | 60% |
Días 7 y 8 | 20% | 80% |
Día 9 | 0% | 100% |
Ten paciencia y no apresures el proceso. Tómate tu tiempo para minimizar las posibilidades de que tu perro pueda sufrir molestias gastrointestinales.
En Tails.Co contamos con personal capacitado para orientarte en cualquier tema relacionado con la nutrición de tu mascota. No dudes en visitarnos en Juan de la Barrera 78, colonia Condesa, CDMX. Así mismo, recuerda siempre consultar a tu MVZ de confianza antes de hacer cualquier cambio en la dieta de tu perro.
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