Ya hablamos de carbohidratos. Ahora queremos hablar de otro grupo de nutrientes que tiene, digamos, una reputación "mixta": las grasas. Que un perro o cualquier otra criatura sea etiquetado como "gordo" nunca es algo bueno. Los alimentos grasos son algo que nos dicen que debemos evitar, tanto en nuestra dieta como en la de nuestras mascotas.
Pero la grasa no es algo homogéneo. Hay muchas grasas, algunas de las cuales son malas para los perros (y los humanos) y otras son saludables, incluso esenciales para la vida. A continuación describimos qué grasas debes incluir en la dieta de tu perro y qué ingredientes las proporcionarán.
Las grasas y los aceites saludables son una excelente fuente de energía para los cachorros activos y felices. Les ayuda a alimentar sus músculos y a absorber importantes vitaminas y minerales. Los perros también necesitan grasas en su dieta para mantenerse visiblemente saludables: un perro con grasas buenas en su dieta tiene suficiente energía para jugar, una piel sana y un pelaje brillante.
Además de eso, las grasas saludables pueden ayudar con lo siguiente:
Desarrollo celular
Función neurológica
Producción de hormonas
Apoyo reproductivo
Reducción de la inflamación
¿Cuáles son los tipos de grasas buenas?
Ácidos grasos omega-3
Es posible que ya esté familiarizado con los ácidos grasos omega-3 por su inclusión en productos alimenticios para humanos. Suelen aparecer en las recetas de comida para perros a través de ingredientes que los dueños reconocen, como las semillas de lino, los aceites de pescado y la canola.
Hay varios tipos diferentes de Omega-3 que conviene conocer, entre ellos el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). A veces, en la parte posterior del empaque, los ingredientes de los alimentos para mascotas se describen como enriquecidos con uno de estos.
Ácidos grasos omega-6
A pesar del nombre, no son el doble de buenos que los Omega-3: el número se refiere a la posición del primer doble enlace en la cadena de hidrocarburos. En esencia, son similares, pero diferentes. Para empezar, los Omega-6 provienen de diferentes fuentes, como la grasa animal, el aceite de girasol o el aceite de coco.
Y aunque los Omega-6 también contribuyen al funcionamiento saludable del cerebro, también juegan un papel importante a la hora de garantizar un crecimiento óptimo, la función inmunológica y el apoyo reproductivo. Sin suficiente Omega-6 en sus dietas, los perros corren el riesgo de sufrir pérdida de peso no saludable, retraso del crecimiento, pérdida de pelo, afecciones de la piel y mayores probabilidades de infecciones.
¿Cómo puedo asegurarme de que mi perro obtenga suficientes ácidos grasos Omega?
Ningún mamífero es capaz de sintetizar su propio suministro de ácidos grasos Omega-3 u Omega-6, por lo que dependen de obtenerlos de los alimentos. Si te preocupa que la comida que le das a tu perro carezca de Omega 3 o 6, puedes buscar recetas que incluyan ingredientes ricos en ácidos grasos o preguntar a tu veterinario sobre la posibilidad de darle suplementos dietéticos a tu mascota.
Ahora que ya conoces la diferencia entre omega-3 y omega-6, así como los beneficios que aporta cada grasa saludable es importante saber que la falta de estas podría ocasionar problemas de salud a tu mascota. Si tienes alguna duda sobre la alimentación de tu mascota, puedes acercarte con nuestro personal quién está capacitado para orientarte de acuerdo con las necesidades de tu mascota. Visítanos en Juan de la Barrera 78, colonia Condesa, CDMX.
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