A muchos dueños nos resulta escandaloso ver a nuestro perrito comer sus propias heces. ¡Y es que realmente es asqueroso! Pero aunque nos resulte complejo comprenderlo, la coprofagia es una conducta habitual y normal en perros. Por lo general, sucede cuando son cachorros y va desapareciendo poco a poco conforme se van acercando a ser adultos.
No obstante, es un hábito peligroso ya las heces pueden estar contaminadas por parásitos o bacterias. A continuación te explicamos algunas de las causas comunes así como tips para evitar que ocurra.
Una de las principales razones es para llamar la atención de su humano o por aburrimiento, esto quiere decir que le hacen falta más estímulos e interacción contigo. Pero principalmente, si se trata de un cachorro, seguramente lo hará cuando no estés. El estrés o la ansiedad por separación influye en muchos problemas de conducta, incluida la coprofagia.
Si tiendes a reprimir de manera muy severa a tu cachorro cuando hace dentro de casa, es posible que coma sus heces para evitar que lo regañes. En este caso, te recomendamos no ser tan duro y tratar de reforzar su comportamiento de manera positiva. Así mismo, recuerda que los perros observan e imitan a otros perros, si tienes algún perrito adulto en casa, este puede enseñar al cachorro a hacer sus necesidades fuera de casa, es cuestión de tiempo y paciencia en lo que aprende.
Otra razón viene desde la conducta de la madre de los cachorritos. Por lo general, las perritas al dar a luz, tienden a limpiar a sus cachorros con la finalidad de mantenerlos limpios y evitar que se enfermen por una mala higiene. Este hábito lo pueden aprender los perritos de la madre y que se les quede como hábito por un tiempo.
Por otro lado, otra razón es porque su organismo no alcanza a obtener todos los nutrientes de la croqueta por lo que, al defecar, sus heces salen con materia orgánica sin digerir misma que puede ser atractiva para ellos. Puede ser un poco asqueroso, pero es su naturaleza. Es más común que esto suceda con dietas altas en grasas y poco digestibles, ya que al no aprovecharse bien serán más ricas en grasa y nutrientes.
Ahora, no te alarmes, esto se puede tratar y eliminar con el tiempo y una buena asesoría de tu médico veterinario de confianza que diagnostique la causa. Existen medicamentos que pueden ayudar a que el sabor de las heces sea muy amargo. Igualmente, mientras estás tratando la causa, te recomendamos limitarle a tu mascota el acceso a las heces reforzado de un correctivo positivo. Por ejemplo, si lo ves que está en proceso de comer sus heces, en lugar de regañar y decirle "no" de manera enérgica; trata de disuadirlo a abandonar esta acción llamándolo a que venga hacia ti o tirando su pelota hacia el lado contrario.
Ahora ya sabes que la coprofagia no es para alarmarse tanto pues es una conducta natural en los perros. No obstante, siempre que notes una conducta rara o diferente en tu mascota, no dudes en contactar a tu veterinario para que te asesore al respecto.
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