Sabemos que amas a tu perro o gato y que estás dispuesto a ofrecerle la mejor vida posible, con mucho amor, educándolo, alimentándolo bien y permaneciendo atento a todas sus necesidades. Sin embargo, no importa cuánto quieras a tu mascota, es importante no humanizar a las mascotas. A continuación te explicamos porqué...
La mayoría de las personas deciden llevar a casa a un perro o a un gato por tres razones fundamentales: afecto, responsabilidad o educación. Sin embargo, adjudicarle atributos humanos a un perro o gato puede causar trastornos en su conducta, así como problemas asociados al estrés, la irritabilidad y la agresión. Expertos en todo el mundo lo consideran también un tipo de maltrato animal.
Está bastante claro que tener mascota despierta en las personas un sentimiento afectivo muy bonito. Por lo general uno busca tener compañía y qué mejor que un amigo peludo de cuatro patas. No obstante, cuando esta relación en la que la atención y cariño son excesivos, las probabilidades de que se humanice al perro o gato, son mayores, especialmente porque se trata de satisfacer a todas las demandas del animal con cariño, olvidando cosas muy valiosas como la disciplina y el ejercicio físico.
Así mismo, es muy común que en una familia con varios integrantes, busquen tener una mascota para delimitar las responsabilidades de cada uno de sus integrantes. De esta manera, se distribuyen las obligaciones y los cuidados del nuevo integrante del hogar. Por otro lado, también es muy útil tener mascotas como apoyo en la formación emocional e integral de los niños. Así aprenden valores como la responsabilidad, el afecto y la empatía. Incluso suele ser de gran ayuda adoptar una mascota para adultos mayores. Ya que, al estar al cuidado de un animalito, se sienten útiles, proactivas y esto les sirve mucho para a tratar síntomas propios de la tercera edad como la depresión.
Humanizar a las mascotas consiste en tratarlos como si fueran personas. Esto no tiene nada que ver con el amor y los cuidados que le des a tu mascota. Es fácil confundirse. Por eso hay que dejar en claro que, puedes amar a tu perro y a tu gato de una forma especial e incondicional, sin la necesidad de tratarlo como si fuera el niño menor de la casa. Es importante respetar la autonomía y las necesidades propias de su especie ya que las mascotas también se pueden llegar a confundir.
Al adjudicarle a tu perro o a tu gato supuestas necesidades que son inherentes a las personas y no a las mascotas, malinterpretas su esencia y comienzas a restarle importancia a cosas que realmente son importantes para ellos dentro de su naturaleza animal: un buen ejemplo de ellos es la nutrición, el ejercicio y sus hábitos diarios.
Si humanizas a tu mascota, la estás sobreprotegiendo. Al hacer esto, la estás privándola de relacionarse saludablemente con otros animales, y como consecuencia de ello le ocasionarás problemas que, a mediano plazo, comenzarás a ver que afectan su conducta. Las mascotas humanizadas se vuelven irritables, agresivas, destructivas, ansiosas y, en el peor de los casos, hasta con problemas de sobrepeso.
Al consentir a tu perro o gato en exceso, se pierden las nociones de disciplina, de entrenamiento y de trabajo físico. Cuando un animal no tiene claro quién es el líder de su manada, no realiza actividades físicas, y no socializa; tarde o temprano desarrollará trastornos de conducta muy serios.
Ahora que ya sabes las consecuencias de humanizar a tu mascota, y cómo evitarlo te invitamos a analizar la relación que tienes con tu mascota para que sea saludable y positiva. En Tails.Co contamos con personal capacitado para orientarte en el reforzamiento positivo con tu mascota. Visítanos en Juan de la Barrera 78, Condesa, CDMX y síguenos en nuestras redes sociales instagram.com/tails.copetstore y facebook.com/tailscompany
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