Es común que los gatos se porten mal. Arañan tu sala, tus cortinas, tu ropa, te muerde e incluso se hacen fuera del arenero. Pero cada acción tiene una razón de ser y regañarlos de forma severa no logrará que dejen de tener malas conductas.
De primera instancia es importante tomar en cuenta que los gatos son animales territoriales, por lo que muchas de las acciones que parecen "malas" en realidad son instintos naturales. El carácter de un gato es completamente distinto al de un perro, por eso no se les debe regañar de la misma manera.
La clave está en comprender su comportamiento. Los gatos tienden a ser de espíritu libre, un poco salvajes y totalmente independientes. Por eso debes tener paciencia cuando se trata de disciplinarlos en el hogar. Antes que regañar mejor enseña y comprende para que puedas encontrar la solución.
Si tus muebles están rasguñados se debe a que los gatos constantemente buscan afilar sus uñas. Esto les ayuda a liberar el estrés. Es importante que en tu hogar cuentes con un rascador para que cuando veas a tu gato atacando tus muebles, le digas "aquí no" y lo lleves a su rascador para indicarle "aquí sí".Rociar un poco de Catnip en el rascador también puede ayudar como indicador positivo.
Ahora bien, es muy importante que evites, desde temprana edad, jugar a que tu gato te muerda las manos o los pies. Ya que ésta conducta puede agravarse con el paso del tiempo y pasarán de unos mordisquitos adorables a unas mordidas feroces. Si tu gato tiende a morderte no lo regañes sólo aléjate cuando lo haga para que entienda que no te gusta.
Si tu gato no hace dentro de su arenero antes de regañarlo asegúrate que la arena que usas sea de su agrado. El uso de el arenero es algo instintivo, y si no lo está usando debe haber una fuerte razón detrás. También el olor del arenero tiene mucho que ver, ya que si lo lavas con químicos que despiden olores fuertes, estos se impregnan en el plástico del arenero haciendo que tu gato huya de ese olor. Lo mejor es lavarlo sólo con agua y jabón.
Es importante que cuando quieras corregir estas conductas negativas lo hagas en el momento, es decir, cuando lo cachaste con las manos en la masa; de lo contrario no recordará porqué lo estás reprendiendo. Recuerda que un fuerte "¡no!"es bastante poderoso y en el momento correcto puede tener un resultado positivo.
Por último, recuerda que la violencia no es disciplina. No es necesario hacer daño a tu mascota para que haya disciplina en tu hogar. El maltrato no ayuda en nada a mejorar su comportamiento, sólo va a contribuir a deteriorar la relación con tu gato. Con paciencia y comprensión tu gato entenderá lo que debe y no debe de hacer dentro de tu casa.
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