De repente se convirtió en todo un fenómeno alimentar a nuestras mascotas con la famosa "dieta BARF"; pero ¿qué es?, ¿en qué consiste?, y ¿es buena o mala? A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre ésta nueva "moda"...
BARF significa Biologically Appropiate Raw Food, es decir ACBA en español, Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados. Este tipo de dietas están hechas con base en la proteína animal (pollo, res, cordero, conejo, etc.). El que sean buena o mala depende de cómo esté preparada.
Basar la alimentación de tu mascota sólo en dieta BARF no es recomendable, pero como dieta complementaria es excelente. Aunque la base de ésta dieta es la proteína animal, no hay que dejar fuera las frutas, verduras y cereales para complementarla. Una de las ventajas de la dieta BARF contra otro tipo de dietas es que tienen de un 70 a 80% de humedad; pero cabe recalcar que crudo no siempre es sinónimo de calidad.
Al tratarse de alimentos crudos es importante que éstos los adquieras en establecimientos serios, con las mismas precauciones que tienes cuando adquieres tus propios alimentos. Así jamás tendrás que preocuparte por tener problemas de infecciones por bacterias. No obstante, toma en cuenta que el manejo sanitario de cosas crudas es complicado.
Si es la primera vez que vas a introducir a tu mascota a la dieta BARF, te recomendamos hacerlo paulatinamente y no de golpe para evitar provocarle vómito o diarrea. Te recomendamos que tú mismo prepares la dieta en lugar de comprarla, así tendrás la certeza de la higiene y calidad de los ingredientes. Infórmate bien con un veterinario antes de probar cualquier dieta nueva con tu mascota.
Recuerda que BARF no es sinónimo de calidad, tampoco es sinónimo de que le vaya a gustar a tu mascota. Hay muchos perros y gatos que prefieren y seguirán prefiriendo las croquetas a una dieta BARF. Pero no tengas miedo en probar cosas nuevas siempre y cuando tenga un sustento de previa investigación detrás.
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