Como dueño de perro seguramente te ha pasado en más de una ocasión que se coma algo que no debe... Ya sea un hueso de pollo, el relleno de algún juguete o simplemente algo asqueroso que estaba en la calle mientras lo paseabas. Lo que nos lleva a la conclusión de que los principales peligros a los que se enfrentan nuestros perros son los comestibles.
Los huesos cocidos, son una causa común de atragantamiento. Ya sea que los restos de una deliciosa cena de pollo rostizado se hayan dejado tirados sin cuidado, o que alguien se los haya dado directamente al perro sin darse cuenta de los riesgos.
Los productos de cuero crudo también pueden astillarse. Lo que empeora esto es que se vuelven viscosos y difíciles de agarrar con los dedos si se atascan en la garganta de tu perro. Esta es la razón por la que nunca encontrarás productos de cuero sin curtir en nuestra tienda física.
Los perros mayores, a algunos de los cuales les faltan algunos dientes, son particularmente susceptibles a la asfixia porque les resulta más difícil masticar, algo que debemos tener en cuenta al elegir una golosina para nuestros perros mayores. De preferencia se recomienda darles algo suave y no muy grande, aunque les dure menos tiempo.
También hay envenenamiento, desde alimentos humanos desechados casualmente como chocolate y pasas, hasta productos de limpieza para el hogar. También hay que tener cuidado durante la Primavera, ya que acecha un peligro adicional: los bulbos y las flores de primavera. Casi todos los bulbos, y las flores que crecen de ellos, son potencialmente venenosos para los perros.
Es decir, todo tipo de accidentes pueden ocurrir debido a la curiosidad de los perros y, seamos sinceros, a la glotonería. Si tu perro es un alma curiosa, literalmente caminaría sobre vidrios rotos para llegar a una porción de pizza desechada.
Pero, ¿sabrías qué hacer en caso de emergencia? Afortunadamente, la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense (AVMA, por sus siglas en inglés) tiene una guía muy útil sobre los conceptos básicos de primeros auxilios para mascotas.
¿Sabes qué harías si tu perro comiera chocolate? ¿Qué pasa si tu gato tiene una convulsión? ¿Qué sucede si su mascota se sobrecalentó en un caluroso día de verano o se cayó por las escaleras y comenzó a cojear?
Conocer información básica de primeros auxilios y estar preparado para emergencias puede ayudarte a evitar los sentimientos de pánico que pueden acompañar estas situaciones. La atención de primeros auxilios no es un sustituto de la atención veterinaria, pero puede salvar la vida de tu mascota hasta que puedas obtener atención veterinaria. En caso de emergencia, llama a tu veterinario para que estén listos cuando llegues.
Una lesión no solo puede causarle dolor a tu mascota, sino también miedo y confusión. Estas cosas pueden hacer que incluso las mascotas más gentiles sean impredecibles o incluso peligrosas. Para protegerlos a ambos:
Evita cualquier intento de abrazar a una mascota herida.
Mantén tu cara alejada de la boca de tu mascota.
Usa un bozal si tu mascota amenaza con morder.
Siempre que sea posible, pide a otras personas que te ayuden a mover a tu mascota.
Y por último, nunca está de más que cuentes con un botiquín de primeros auxilios para mascotas. Muchos artículos en un botiquín familiar de primeros auxilios también se pueden usar para mascotas. Así mismo, tu veterinario puede recomendarte artículos adicionales para el kit según la condición médica de tu mascota.
Por lo pronto, nosotros te recomendamos tener lo siguiente a la mano, en caso de cualquier emergencia con tu mascota:
Números de teléfono importantes (veterinario, hospital de emergencia, control de envenenamiento, bomberos, policía).
Una copia del registro médico de tu mascota, incluidos los medicamentos que toma.
Termómetro digital para tomar la temperatura de tu mascota.
Bozal para evitar mordeduras (NO pongas el bozal a tu mascota si está vomitando).
Correa y collar de repuesto.
Rollo de gasa para vendar heridas o poner bozal a un animal herido.
Toallas limpias para sujetar gatos, limpiar o acolchar.
Vendajes antiadherentes o tiras de tela limpia para controlar el sangrado o proteger las heridas.
Cinta autoadhesiva antiadherente para vendajes.
Cinta adhesiva para sujetar vendajes.
Tijeras con extremos romos para cortar con seguridad materiales de vendaje.
Guantes desechables para proteger tus manos.
Pequeña linterna para examinar ojos, heridas, etc.
Pinzas para quitar pequeños objetos extraños.
Cuentagotas (o jeringa grande sin aguja) para dar tratamientos orales o enjuagar heridas.
Jalea lubricante estéril para proteger heridas/ojos.
Carbón activado para absorber el veneno (usar solo si lo indica el veterinario o un centro de control de envenenamiento).
Peróxido de hidrógeno al 3% para inducir el vómito (usar solo si lo indica el veterinario o un centro de control de envenenamiento). No usar en heridas.
Solución salina para limpiar heridas o enjuagar los ojos (la solución salina que se vende para usar con lentes de contacto funciona bien para la mayoría de los propósitos).
Eso es todo lo que tenemos por hoy... Recuerda siempre consultar a un experto como al médico veterinario antes de actuar ante una situación de urgencia.
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