Si tienes un perrito, sabes que no existe nadie más fiel; el vínculo que se establece entre un humano y su perro es extraordinario, único y genuino. Sin embargo, hay veces en las que esa conexión tan fuerte puede generar comportamientos inadecuados.
Si te pasa que cuando sales de casa tu perrito llora, ladra, destruye, los vecinos se quejan, etc. Entonces es hora de tomar cartas en el asunto, pues te estás enfrentando a un caso de ansiedad por separación (APS). Es una respuesta de angustia del perro al separarse de la persona o personas con las que sufre hiper apego. Este trastorno se ha incrementado con la pandemia. Pero no te preocupes, tiene solución.
Cuando hay una dependencia obsesiva hacia los humanos, los perros experimentan miedos, fobias e inseguridades al quedarse solos. Los síntomas más comunes son ladrar, llorar, rascar las superficies, aullar, salivar e intentar huir o autolesionarse. Y es que el perro es un animal de costumbres, social y de grupo que está acostumbrado a vivir en compañía y, también, con libertad. Al tener un apego tan cercano con sus dueños, los perros tienden a humanizarse provocando ciertos trastornos en su carácter.
Hasta el caso más severo de APS tiene solución. Pero no es trabajo fácil. Es importante identificar si tu perro realmente tiene APS y asesorarte con un especialista. Todo buen diagnóstico puede ser tratado. Es importante que crear una relación positiva con su entorno para solucionar el hiper apego. Se deben realizar una serie de ejercicios, que con la práctica y el tiempo se le transmite al perro que está bien quedarse solo.
Un error muy común es castigar al perrito cuando hizo destrozos al volver a casa. Esto sólo aumenta el estrés y rompe el vínculo de confianza. Si tu mascota está ansiosa porque te has ido, cuando regresas también causa estrés y es un círculo vicioso que a largo plazo puede llevarlo a más problemas de conducta e incluso, de salud.
Muchas personas han optado por pensiones o guarderías como alternativa pero no siempre son la solución definitiva al problema. Ya que este tipo de casos de APS deben ser tratados por especialistas; de lo contrario el problema solamente se "tapa". No sientas raro decirle a tu perro "ahora vuelvo", "no me tardo", "pórtate bien" y al regresar tener una rutina de saludo. Los perros son animales rutinarios y este tipo de actitudes son positivas para que comprenda que esta es la rutina y que siempre vas a regresar. Ellos incluso son tan inteligentes como para aprenderse tus horarios habituales.
Algunas veces traer otro compañero perruno puede ayudar. No obstante, si el apego es con su humano, no importa la cantidad de compañeros que traigas este trastorno seguirá presente. La clave está en favorecer el bienestar del perrito para no llegar a casos extremos, como perros que intentan huir poniendo en riesgo su vida saltando ventanas o balcones.
Al final, la meta es conseguir lo que todo perro debe experimentar en algún momento, quedarse solo. Debes acostumbrar a tu mascota a experimentar un poco de frustración. Debe entender que no siempre podrá ir contigo a todas partes. Consulta a tu médico veterinario de confianza para que te apoye recetando algún tipo de ansiolíticos o remedios naturales para reforzar un ejercicio positivo en tu mascota.
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